Si Estados Unidos resulta particular en muchos sentidos, desde luego la mítica ciudad del juego es paradigma de este hecho. Paraiso de la peculiar diversión norteamericana tan gustosamente vendida en el cine, es probablemente el mayor parque de atracciones hecho ciudad. Un frenético paseo entre limusinas inimaginables, enormes hoteles, grandiosos casinos y lujo desmesurado, un tremendo cocktel explosivo que nunca cierra...
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