Uno de los techos de la isla de Java, la espectacularidad del Bromo más que en su tamaño radica en su ubicación, alojado junto a otros dos titanes que dibujan un horizonte desolado y a la vez tremendamente atrayente. La subida durante el amaneceer hasta una cima vecina permite espectaculares vistas que grabar en la retina y seguro en nuestra tarjeta de memoria. Tras la salida del sol, comenzar la gélida ascensión hasta la boca del cráter cruzando los dedos para que su inquilino no salga a saludarnos...
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