La impresión que da la ciudad a tu llegada es la de un gran escenario abierto, multitud de gentes en la calle con sus instrumentos tocando a cualquier hora. La fábrica de cerveza Guinnes es visita obligada, primero conocer su elabloración y después degustarla, y no hay mejor sitio que Temple Bar y los locales circundantes. Perfecto destino para un fin de semana . Un único pero... demasiados pelirrojos tal vez
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario