Difícil conocer otra ciudad más permisiva, desde sus famosos coffe shops hasta el barrio rojo donde las mujeres exhiben en escaparates su producto. Tremendo sistema de canales que hacen encantador el paseo, imposible circular los coches y maravilloso tomar una bicicleta. Y este si es el verdadero motor de la ciudad, las bicicletas, con sus silenciosos sistemas de tracción, hacen que el caos de ruido presente en la mayoría de ciudades, aquí no exista. Mercados de tulipanes, músicos por doquier y un ambiente tremendamente acogedor que te hace preguntarte muchas veces, ¿y porqué no elegir esta ciudad como tu residencia?
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