Capital de la Toscana y maravilla del Renacimiento, no en vano cuna de muchos de sus grandes creadores como Miguel Angel o Leonardo. Viajar a Florencia es recorrer lo más bello del arte clásico, imposible de abarcar en una sola escapada. Es tal la cantidad de riqueza atesorada en los muchos siglos de primacía de su mecenado, que ni para el más adicto al mundo del arte debe ser fácil comtemplar de una vez su patrimonio. Y no sólo en sus museos y galerías, hay arte en sus calles y plazas. El Palazzo Vecchio o el Palazzo Pitti, símbolos de la antigua importancia de la ciudad, el Duomo cubierto de vistosos marmoles coloreados, la cúpula de Brunelleschi cerca del límite máximo de cualquier bóveda de albañilería, la Torre de la campana de Giotto, la Basílica de San Lorenzo, las Galerías de los Medici, San Miniato al Monte... Y por supuesto pasear por sus puentes sobre el Arno, especialmente bellos, el Puente Viejo o el de Santa Trinidad
miércoles, 21 de abril de 2010
FLORENCIA, TODO UN MUNDO DE ARTE
Capital de la Toscana y maravilla del Renacimiento, no en vano cuna de muchos de sus grandes creadores como Miguel Angel o Leonardo. Viajar a Florencia es recorrer lo más bello del arte clásico, imposible de abarcar en una sola escapada. Es tal la cantidad de riqueza atesorada en los muchos siglos de primacía de su mecenado, que ni para el más adicto al mundo del arte debe ser fácil comtemplar de una vez su patrimonio. Y no sólo en sus museos y galerías, hay arte en sus calles y plazas. El Palazzo Vecchio o el Palazzo Pitti, símbolos de la antigua importancia de la ciudad, el Duomo cubierto de vistosos marmoles coloreados, la cúpula de Brunelleschi cerca del límite máximo de cualquier bóveda de albañilería, la Torre de la campana de Giotto, la Basílica de San Lorenzo, las Galerías de los Medici, San Miniato al Monte... Y por supuesto pasear por sus puentes sobre el Arno, especialmente bellos, el Puente Viejo o el de Santa Trinidad
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Ya lo has dicho todo. Por añadir algo, los escaparates de helados, los bigliettos para todo, los carritos de los miles de mercados de la calle recogiéndose a sus refugios al caer la noche, los miles de objetos forrados de papel de encuadernación, prendas de cuero por doquier, miles de turistas, el frío y la lluvia de mayo (esto es una apreciación personal, claro. No todos los meses de mayo serán iguales...).
ResponderEliminarFlorencia es realmente preciosa, con un tamaño ideal para callejear de un rincón a otro y recorrerla entera, empapándote bien con todo su arte.
Recomiendo el Nerone para cenar, rico, simpático, buen precio y con una mezcla de estilos en su decoración realmente estupenda y llena de buen gusto.